Vida de éxito

Hay dos formas de encarar la vida

La primera es cuando dependes completamente de tus propias fuerzas y de todos tus esfuerzos (camino del mundo).

La segunda es dependiendo completamente del inmerecido favor y las bendiciones de Dios (camino de Dios).

El del mundo se basa en la meritocracia (como todas las religiones).

El camino de Dios es todo lo contrario, el merito es de Jesús, la Gloria es para él por lo que hizo en la cruz. Va contra contra corriente.El éxito en tu trabajo, salud, familia, será por su inmerecido favor. Sus caminos son mas altos, más elevados y siempre llevan a un éxito bueno y perdurable. No podemos mezclar, o es por su merito, o es por el mio.

Si pensamos en que deberíamos hacer nuestra parte y que así Dios nos ayudaría, tendríamos que hacer una lista infinita de obligaciones y requisitos, cosas permitidas y prohibidas para que Dios nos bendiga. Así funciona la ley de Moisés que de echo son requisitos con buenas intensiones y con sinceridad pero basada en el viejo pacto de la ley y no en Jesús (Hebreos 8:7 Efectivamente, si ese primer pacto (Pacto de la ley) hubiera sido perfecto, no habría lugar para un segundo pacto (Pacto de la gracia)

La vida cristiana es relación, y se basa completamente en recibir lo que Dios mismo hizo en la cruz. No debemos preocuparnos por lo que nos toca hacer, debemos focalizarnos en Jesús y terminaremos llenos de energía, con deseos de orar, de estar con él, de leer su palabra, de servirlo, sólo porque su favor está sobre ti, y no es en vano.

Su favor fluirá como un río sobre cada área de tu vida y serás mas que exitoso. Deja que él sea el centro.

2 Pedro 1:2 Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.