Sé consciente de tu posición en Cristo

Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

En este versículo, Jesús dice: “Yo soy la vid, ustedes son los pámpanos o ramas”. Él no dijo: “Yo soy la vid, traten de ser las ramas”. En otras palabras, Él quiere que nos demos cuenta de que ya somos las ramas. No tenemos que luchar para convertirnos en las ramas.

Como Sus ramas, sólo tenemos que permanecer en Cristo nuestra vid. ¿Cómo hacemos eso? Lo hacemos simplemente siendo conscientes todos los días de nuestra posición en Cristo. Debido a que hemos recibido a Cristo, estamos en Cristo y somos aceptos en el Amado (2 Corintios 5:17, Efesios 1:6). Dios nos acepta porque estamos en el Amado y él está en nosotros. Y así es como Dios nos ve hoy cuando llegamos a Su presencia.

Lo que el diablo quiere hacer entonces es que te centres en tu condición en lugar de en tu posición en Cristo. La condición que enfrentas puede ser carencia económica o deterioro de tu salud. El diablo quiere que te centres en tu condición y te olvides de tu posición: que tú es la justicia de Dios en Cristo y que estás sentado con él en los lugares celestiales a la diestra del Padre (2 Corintios 5:21, Efesios 2:6). Quiere que olvides que tú eres heredero de Dios y coheredero con Cristo (Romanos 8:17).

El diablo sabe que una vez que te enfocas en tu posición en Cristo, eso te dará el poder de cambiar tu condición y circunstancias. Juan 15:5 dice que llevarás “mucho fruto”. Esto significa que cuando ores contra cualquier carencia, fluirá un abundante suministro. Cuando ores por sanidad, la enfermedad se irá.

Amigo mío, ninguna de estas cosas puede ocurrir por tu propio accionar, sino por la vida de Cristo que fluye a través de ti. Así como la savia que fluye a través de las ramas de una vid la hará producir fruto, la vida de Cristo fluyendo a través de ti producirá una abundante cosecha de provisión, sanidad y milagros. ¡Sólo necesitas estar consciente de quién eres en Cristo!

Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”