La mente de Cristo

1 Corintios 2:10,16
10 Pero fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios. 11 Nadie puede conocer los pensamientos de una persona excepto el propio espíritu de esa persona y nadie puede conocer los pensamientos de Dios excepto el propio Espíritu de Dios. 12 Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado.
13 Les decimos estas cosas sin emplear palabras que provienen de la sabiduría humana. En cambio, hablamos con palabras que el Espíritu nos da, usando las palabras del Espíritu para explicar las verdades espirituales;14 pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque solo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir. 15 Los que son espirituales pueden evaluar todas las cosas, pero ellos mismos no pueden ser evaluados por otros. 16 Pues, ¿Quién puede conocer los pensamientos del Señor?
¿Quién sabe lo suficiente para enseñarle a él?
Pero nosotros entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo.

Tener la mente de Cristo hará cambiar tu manera de vivir, de actuar, de pensar, de ver y responder como Él. Entonces ya no te importará de como te ves a ti mismo y no será necesario esforzarte tanto por demostrar que eres el mejor y de obtener un puesto como miembro de la iglesia porque el mismo Espíritu Santo te dictará tu lugar el cual Dios ya lo trazo en tu vida.
Cuando tienes la mente de Cristo podrás romper con doctrinas hechas por el hombre que muchas veces son de estorbo para el crecimiento espiritual. Nadie vendrá a ti a inventarte cosas porque tú ya estás seguro y conoces la verdad, conoces al hijo del Padre, sabes cómo piensa, como actúa y lo que anhela su corazón. Podrás discernir lo que es la sabiduría humana y la sabiduría de lo alto y conocerás las verdades espirituales donde muchas veces nos preguntamos ¿Por qué? ¿Esto es así? Y a la vez respondemos, pero a mi me lo han enseñado así y empezamos a dictarnos miles de preguntas y respuestas. Pero al buscarlo, dialogar y escuchar su voz en la intimidad recibes esa respuesta verdadera que te da una paz y te dicta esto es así y nunca ha cambiado, es ahí donde caen velos de tus ojos y puedes ver como Cristo ve.
Habrá muchos que no estarán de acuerdo con lo que hoy tú ves y sientes aun aquellos que dicen conocer de su palabra te contradirán porqué ellos aún no son espirituales están vendados con viejas doctrinas y con su propia sabiduría humana que les dicta que ellos están en lo correcto.

Efesios 4:14,15
14 Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado a otro ni empujados por cualquier corriente de nuevas enseñanzas. No nos dejaremos llevar por personas que intenten engañarnos con mentiras tan hábiles que parezcan la verdad.15 En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia.


Al tener la mente de Cristo nadie podrá moverte de donde hoy estás. Vas avanzar más y más tu mirada estará puesta en Él solamente en Él ya no en la vida de tu hermano o hermana sino en Él.
Ya no serás como un niño que por todo lo que ves o escuchas te dejas engañar y muchas veces ofender por la inmadurez que hay dentro de ti. Es el momento de ver a Cristo y seguir sus pasos empezar a conocer tu función como miembro del cuerpo de Cristo y sin importar lo que venga poner en marcha tu llamado. Aprenderás a caminar en humildad a callar y siempre meditar en su palabra en lo que es Él antes de hablar u opinar.


Comprenderás que no es Dios actuando al propósito o satisfacción tuya sino tu sirviendo al propósito de Él. Ni vos ni yo vivimos para nuestros propios deleites.
La vida se germina de adentro hacia afuera y nosotros mismos debemos de romper nuestros propios limitantes.