AMANDO A LOS DEMÁS

TEXTO: Filipenses 2:3-8.
Al dar de nosotros mismos, manifestamos la esencia del carácter de Jesús.
por cuanto siempre ha sido su naturaleza pensar más en los demás que en sí mismo. Por qué otra cosa se humillaría y se haría obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Filipenses 2 : 8)?
Nuestra tendencia natural es considerar primero nuestros propios intereses mirarlo todo desde la perspectiva de nuestras propias necesidades y carencias.

Pero con la ayuda de Jesús podemos

desechar ese hábito. Podemos comenzar a pensar en los mejores intereses de los demás sus carencias, sus preocupaciones, sus necesidades.
Entonces debemos preguntarnos: Consideramos los intereses de los demás más importantes que los nuestros?
¿Tenemos la misma emoción a ver lo que Dios está haciendo en ellos y a través de ellos que la que tenemos al ver lo que Él está haciendo en nosotros y a través de nosotros?

¿Anhelamos ver a los demás crecer en gracia y que ganen reconocimiento, aunque pueda que hayan sido nuestros esfuerzos los que les dieron el éxito? ¿Encontramos satisfacción viendo a nuestros hijos espirituales superarnos en la obra para la que han sido llamados? Si es así, esa es la medida de la grandeza.
Somos en gran parte como nuestro Señor cuando nuestros pensamientos por nosotros se pierden en nuestros pensamientos por los demás. No hay amor más grande que ése. (Juan 15 : 13)


Reflexión: Cuanto más amemos al Señor, mucho más amaremos a los demás.

Hecho por hno Oscar Cabezas