“Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. 29 Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma” Mateo 11:28-29
En esta semana me encontraba reflexionando sobre como las personas están viviendo tan estresadas y cansadas, agobiadas con los problemas cotidianos, llevando mochilas llenas de ansiedad, preocupaciones y enfermedades. Gente que sufre de insomnio, depresión y tantos otros trastornos.
Cuantas veces he escuchado….que difícil ésta vida!!! llegamos a deprimirnos con el peso de la tristeza y el dolor que no logramos soltar, con los problemas que no logramos resolver, las cuentas que no podemos pagar, la salud que no podemos recuperar…necesitamos un equilibrio en nuestra vida y soltar ese peso tan grande, y quien otro mejor que Jesús entre tantas alternativas que él mundo nos propone. Él si que puede llevar nuestra carga y hacer que nuestro camino no sea tan pesado.
Nuestro amado salvador prometió que estaría con nosotros hasta el fin del mundo, y esa palabra es muy reconfortante ya que sabemos que él nunca nos va a dejar, nunca nos va a abandonar y que cada día nos dará la fuerza que necesitamos para seguir adelante y no bajar los brazos.
Él nos asegura que aunque pasemos momentos difíciles, serán pasajeros y que no debemos temer porque él ya venció por nosotros.
Confía en el Señor, pídele a él las fuerzas para seguir adelante, verás que tu animo será renovado y te sentirás con más vigor que antes. Él te dará paz a tu alma y corazón, fortalecerá todo tu ser y te dará esperanza.
No dudes más, entrégale a él tu vida y él la transformará.